Algunas aclaraciones previas: me gusta SUMO, pero no fui ni soy fanático; pero me encanta y me interesa todo lo referente al rock nacional; soy un exponente de los '80 porque en aquella década fui veinteañero; me divierte Pettinato, pero cada tanto; no lo sigo ni lo seguí nunca.
Hace cosa de dos meses ví un libro llamado "SUMO por Pettinato", lo compré y me dispuse a leerlo. En Buenos Aires, me costó. Me retrotraía a aquellos tiempos muy oscuros. Pero acá en el campo pude tomar distancia y eso me permitió acceder a su lectura.
El libro, para hacer un rápido balance, me resultó un embole. Una recopilación de anécdotas y reflexiones que no van a ningún lado. Roberto Pettinato es divertido y su pluma fluye; me he reído en voz alta en algún relato. El problema es lo que tiene para contar: la historia de una banda marginal, que hacía una música aluvional (los instrumentos, como cuenta, se iban superponiendo, "sumando", por capas) bastante improvisada, que pivoteaba en la genialidad de un extrañísimo líder inglés de origen italiano que integraba el llamado Rock Nacional cantando en inglés. Raro. No se puede decir tampoco que fue rebuscado. Era lo que fue. No se puede decir que la improvisación haya derivado en una mala música; al contrario, hicieron muy buena música y el mérito de SUMO fue haber aportado grandes músicos al rock de acá y haber protagonizado una época en la que se germinó una valiosa cantera artística en nuestro país.
Revivir esos tiempos signados exclusivamente por el dejarse llevar por las sensaciones no tiene nada de épico; nada constructivo. La prematura muerte de Luca Prodan, en el testimonio de sus compañeros y amigos, es uno de los puntos valiosos del ejemplar. Convengamos que no fue nada muy estimulante su muerte por sobredosis y la sospecha de un pacto suicida con su novia.
Del relato de Pettinato surgen las críticas que puedo compartir de esa época. Algunas por adhesión, como el descontrol de las adicciones; otras, por rechazo, como ser el afán por vestir y peinar y lucirse aparatosamente.
Hay que ser muy fanático de algunos de los elementos mencionados para que la lectura de las 253 páginas editadas por Sudamericana en 2009.+