Extrañas Grafías II

Algo así como una letra "c" se dibujaba en el cielo.
Podría decir que "se me" dibujaba en el cielo.
Hasta que ví a mi lado una cara familiar, tan abstraída como yo en esa letra blanca sobre el fondo celeste.
"Notable, no?", me preguntó.
"Totalmente", acoté lacónico. "Hay gente tan necia que puede predecir la caída de un gobierno o el futuro campeón del Nacional B, pero no sabe leer los signos celestes", murmuró, sin dejar de mirar la posible acción de ese raro avión y su estela de vapor.
El fulano me sonaba mucho. Estaba seguro de conocerlo. La particularidad
del momento dificultaba un dialogo que excediera el espectáculo en el
firmamento.
De pronto, se me aclaró la mente. ¡Un compañero de colegio! Por eso no lo
sacaba. Era de otro barrio, de otro tiempo, de otra vida...
Cuando volví a mirarlo ya no estaba.
Busqué con la cabeza, primero, por el andén, después, pero nada. Nadie se movía.
Era como si no hubiera estado.
Peor fue cuando caí en la cuenta de que aquel compañerito tan olvidado había muerto en un accidente hacía añares.+